Es inevitable que el cabello decolorado se vuelva un poco débil y quebradizo luego de este proceso. Por lo que es normal que te preocupe realizar sobre él cualquier procedimiento que perjudique aún más su vitalidad y, por ende, su aspecto. Para que dejes tus temores a un lado, te compartimos 4 consejos ideales para planchar el cabello decolorado sin dañarlo aún más.
Existen varios tipos de planchas para el cabello, por ejemplo, a vapor, rizadoras, anchas, estrechas, de zigzag, de titanio… ¿Has escuchado hablar de las placas de cerámica? La ventaja de estos artefactos es que permiten un alisado menos agresivo, pues el calor no se concentra en un solo punto.
Si posterior a la decoloración, tu cabello se vuelve más delgado y frágil, la mejor opción es elegir este tipo de instrumentos.
En este caso, el calor es el enemigo número uno de tu cabello, por lo que conviene usarlo con moderación, es decir, tomar un momento para ajustar la temperatura. Los expertos recomiendan mantenerse alrededor de los 150° centígrados, lo que resulta ideal para alisar sin maltratar.
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El termoprotector blinda el cabello ante la exposición al calor y otros agentes externos. Utilizarlo es un MUST HAVE en tu rutina, pues siempre va a estar protegido, lo que previene el quiebre de las hebras y por consecuencia, el cabello va a lucir más brillante y sano, dando como resultado un rubio liso y espectacular.
Este debe ser un paso obligatorio para todas las personas, antes de alisar su cabello con una plancha o secador. Por eso, te recomendamos con los ojos cerrados nuestro Spray Multiuse 13 en 1.
Dentro de los 13 beneficios maravillosos que proporciona de manera instantánea se encuentran:
Es imprescindible darle tiempo a tu cabello para alejarse de químicos y del calor, lo cual significa que debes enfocarte en la hidratación antes y después de alisarlo. Algunos de nuestros tips para recuperar un cabello decolorado, implican sustituir el acondicionador por ampollas nutritivas e hidratantes.
Por supuesto, también puedes tomar en cuenta la frecuencia con lo lavas, pues, lo mejor es hacerlo 1 o 2 veces cada semana. La finalidad de este hábito es restaurar los aceites naturales del cuero cabelludo, para que cubra todas las hebras y se retenga la hidratación.
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