Desde hace más de 40 años, el mes de octubre se tiñe de rosa nivel mundial, en conmemoración a los millones de mujeres que libran una batalla contra el cáncer de mama. Es un mes donde, además de recordar a las guerreras que ya no están, nos esforzamos por aumentar las probabilidades que tiene cada mujer de superar esta enfermedad, por medio de la conciencia, accesibilidad a atención médica oportuna y la detección temprana.
Por eso hoy en Pasarela Profesional te contamos como puedes darle la vuelta a tu vida con un diagnóstico a tiempo.
Se estima que aproximadamente un 30% de la población femenina del mundo batalla contra el cáncer de mamá, haciéndola la segunda causa principal de muerte por cáncer en mujeres.
Pero este porcentaje disminuye casi un 20% si se logra detectar en sus estados más tempranos, y esto solo es posible con el uso de exámenes como mamografías. A pesar de que este dato no es un secreto, muchas mujeres se demoran en iniciar su esquema de estudios mamográficos anuales, que se recomienda iniciar a partir de los 40 años.
Las principales razones suelen ser:
-Miedo a recibir un diagnóstico de cáncer.
-Falta de conocimiento y acceso a la información sobre sus beneficios.
-Falta de tiempo para dedicarle a su salud.
-La creencia errónea de que solo es necesario realizarse estudios si se presenta algún síntoma o anomalía.
Lee más en: Cáncer de mama: lo vital de la detección temprana
Es una exploración física de los senos realizada por un profesional de la salud. Su objetivo principal es detectar cualquier cambio o anormalidad en el tejido mamario que pueda indicar la presencia de un problema, como un tumor o un quiste.
Cuando se sospecha sobre la presencia de un tumor por cáncer de mama, se buscan:
-Alteraciones en la forma del seno o el pezón.
-Alteración en la coloración del seno o el pezón
-Dolor, secreción o retracción del pezón.
-Inflamación en ganglios linfáticos de las axilas o alrededor de la clavícula.
También conocida como mamografía, es una prueba de imagen que utiliza rayos X de baja dosis para examinar los senos. Este examen puede ser de tipo 2D o 3D para obtener una mejor visualización de las estructuras internas y una detección más precisa de las alteraciones.
Es una prueba de imagen que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes detalladas del interior de las mamas. A diferencia de la mamografía, que utiliza rayos X, la ecografía no emplea radiación, sino que se usan ondas de sonido para crear imágenes.
Este examen utiliza un campo magnético potente y ondas de radio para crear imágenes detalladas del interior de las mamas. A diferencia de la mamografía y la ecografía, la resonancia magnética ofrece una visión más amplia y detallada del tejido mamario, lo que la convierte en una herramienta valiosa en la detección temprana.
Aquí se extrae una pequeña muestra de tejido de una masa o lesión sospechosa en la mama. Esta muestra se envía a un laboratorio para su análisis bajo un microscopio, lo que permite determinar si las células son cancerosas o benignas.
Dar el paso hacia iniciar un esquema de exámenes para detección del cáncer de mama puede dar miedo, pero es la herramienta más poderosa que como mujeres tenemos a nuestro alcance para obtener un diagnóstico temprano que aumente las probabilidades de vencer el cáncer.
